El juego
Nunca dejes de jugar, hasta la ciencia lo dice.
De hecho, a todos nos gusta jugar y, pensándolo bien, a través del juego aprendemos sobre el mundo que nos rodea desde que somos niños. El juego siempre nos ha involucrado y es una de las primeras herramientas que, consciente o inconscientemente, facilita nuestro aprendizaje precisamente por su poder de arrastre. El juego, es considerado, por las ciencias del comportamiento, como una actividad de entretenimiento voluntaria y motivada que se realiza con fines recreativos. Un juego, para ser tal, debe poseer objetivos claros y predefinidos y debe definirse según reglas precisas, cuya violación conlleva sanciones para quienes las cometen.
Hay varias características que definen lo placentero de la experiencia lúdica: en primer lugar, es una actividad que forma parte integrante de la naturaleza humana precisamente porque, desde pequeños, empezamos a descubrir la vida jugando. Además, el juego ayuda al cerebro a producir endorfinas, generando una sensación de bienestar. Jugando, de hecho, nos enfrentamos a muchas emociones: las experimentamos con ligereza porque somos conscientes de su limitación en el espacio y el tiempo y, por tanto, las disfrutamos sin vacilar. Por último, a través del juego entramos en relación con otros jugadores: esto nos permite experimentar dinámicas de cooperación o de desafío mediante la aplicación de estrategias y razonamientos y el desarrollo de la creatividad.
Las dinámicas de juego, integradas regularmente en las actividades educativas dirigidas a los niños más pequeños, también se aplican cada vez más en las actividades no formales para la educación de diferentes grupos de edad, precisamente por su poder para favorecer la adquisición de competencias transversales, así como para enriquecer el itinerario educativo haciéndolo más activo y participativo.
En los últimos años se ha tomado conciencia del potencial del aprendizaje no formal. Con el objetivo de hacerlo más atractivo e interactivo, existen varias metodologías que se están popularizando cada vez más y que se están aplicando en diferentes tipos de contextos, tanto educativos como en actividades empresariales. Estamos hablando de las metodologías relacionadas con la Gamificación y el Aprendizaje Basado en Juegos. Veámoslas en detalle.
Nuevos enfoques del aprendizaje no formal
La gamificación es el uso de elementos de juego en contextos no lúdicos, como el entorno laboral o la educación, para motivar y comprometer a las personas. El objetivo de la gamificación es hacer que las actividades sean más divertidas y atractivas, mejorando así la motivación y la participación de las personas.
La eficacia de esta metodología radica en ser capaz de crear motivación en el usuario a través de elementos como la puntuación, el ranking, los niveles, etc.
Tal y como argumentaba Albert Einstein, «El juego ayuda a obtener y ver mejores soluciones, a sentirse mejor, a encontrar nuevos usos y nuevas formas de situarse frente a las acciones habituales», a través de la metodología de Gamificación se crea un espacio para la escucha y el desarrollo del pensamiento lateral y por tanto a la experimentación de la creatividad a través de diferentes estímulos.
El Game Based Learning se refiere al uso de juegos educativos para mejorar el aprendizaje de los jugadores. En este caso, el propio juego se convierte en el método de enseñanza. Este tipo de aprendizaje puede utilizarse en contextos muy diversos, como la educación formal, la formación corporativa o la rehabilitación física.
Al resolver problemas dentro del juego, los jugadores aprenden a través de la experiencia práctica (learning by doing): pueden aplicar los conocimientos adquiridos en el aula en un contexto práctico y ver cómo pueden utilizarse en la vida real. El aprendizaje basado en juegos puede utilizarse en muchas áreas de la educación (matemáticas, ciencias, historia e idiomas). Esta metodología sirve para desarrollar habilidades como el pensamiento crítico y creativo, el pensamiento computacional, la resolución de problemas, la capacidad de colaboración, etc.
Ejemplos y aplicación
La aplicación de las metodologías descritas anteriormente también puede encontrarse en el ámbito de las Industrias Culturales y Creativas. Un ejemplo es la empresa WE ARE MUSLI, fundada en 2011 en Milán (Italia), que utiliza la metodología Game Based Learning para poner en valor y promocionar el patrimonio histórico, cultural y artístico de Italia. A través del diseño de actividades digitales y físicas, como Escape Rooms o juegos analógicos, se transmiten nociones y habilidades literarias y artísticas. WE ARE MUSLI colabora con instituciones públicas, escuelas y empresas y crea productos para hacer reflexionar sobre temas de importancia histórica como el docu-juego VEINTE MESES sobre la resistencia antifascista italiana o WER IST WER realizado con motivo del 30 aniversario de la caída del Muro de Berlín.
Un ejemplo, sin embargo, de la aplicación de la metodología de la Gamificación está relacionado con el juego de cartas The Shapers – cards to shape your future. Se trata de una actividad desarrollada por la empresa eslovena BB Consulting, en el marco del proyecto europeo StayOn a través del Fondo de Subvenciones para el Empleo Juvenil del EEE y Noruega. El juego consiste en cartas y es una herramienta de desarrollo personal. De hecho, se inspira en la teoría de los tipos de personalidad social de Merrill-Reid y en los tipos de comportamiento humano en el trabajo de Erikson. El juego ofrece retos, preguntas y citas con el objetivo de reforzar ciertas habilidades blandas: puede jugarse individualmente o en un contexto de coaching/mentoría.
En conclusión, el juego es mucho más que un pasatiempo; es una poderosa herramienta para aprender, motivar y crecer tanto individual como colectivamente. Incorporar elementos lúdicos a las actividades cotidianas puede producir resultados asombrosos, mejorando la calidad del aprendizaje, el compromiso y la colaboración en múltiples contextos. Así que la próxima vez que juegues, recuerda que estás haciendo algo más que divertirte: estás aprendiendo y creciendo. ¡Nunca dejes de jugar!